control de impulsos

¿Crees que tienes PROBLEMAS DE CONTROL DE IMPULSOS?

Trastorno de control de impulsos SÍNTOMAS, CAUSAS Y TRATAMIENTO               

Cuando una persona padece un trastorno de control de impulsos, tiene dificultades para no ceder a la tentación de cometer acciones que terminan siendo negativas, tanto para sí misma como para los que le rodean.

En este tipo de alteraciones de la conducta, la persona afectada experimenta una sensación de tensión previa a la acción. Que luego es reemplazada por una emoción de gratificación o liberación cuando cede a sus impulsos. Aunque más tarde pueda sentir culpa y/o arrepentimiento.

Los trastornos de control de impulsos suelen ser crónicos e intrusivos. Por lo que tienden a interferir en diferentes áreas de la vida de quienes lo padecen, así como provocar alteraciones emocionales que con frecuencia empeoran con el tiempo.                                        

Las personas con este tipo de trastorno, experimentan una tensión emocional que le impulsa a tener ciertos comportamientos nocivos que no le es posible controlar. Por lo que repite este patrón constantemente.

Muchas veces el individuo puede llegar a sentirse agobiado por sentimientos de culpa y vergüenza. No obstante, eso no impide que continúe actuando de manera impulsiva y sin pensar en las consecuencias a largo plazo de sus acciones y decisiones.

Personas sin autocontrol actúan sin pensar en las consecuencias | Foto via Pixabay

Causas de la falta de control de impulsos

Dependiendo del tipo de impulso, las causas de la falta de autocontrol pueden ser variables, pero suelen ser de carácter biológico, social y personal.  

Estudios indican que los pacientes con trastornos de control de impulsos usualmente presentan un déficit de la función de los lóbulos prefrontales y las conexiones subcorticales. Mientras que otras investigaciones sugieren una influencia genética.

Por otro lado, también se ha observado una relación entre la falta de control de impulsos y algunos trastornos de la personalidad. Lo que explicaría por qué el estrés y la ansiedad pueden convertirse en detonante de estos trastornos.

Cuando la falta de autocontrol se origina en la infancia o adolescencia, en muchos casos se les ha relacionado con estilos educativos demasiado autoritarios o excesivamente permisivos. Pues el entorno en que se desarrolla un individuo ejerce una gran influencia en su conducta.

Tratamiento para la falta de autocontrol

El tratamiento más eficaz para este trastorno, es el que combina la terapia psicológica con el tratamiento farmacológico, y debe ser prescrito por un profesional de la salud.

Lamentablemente, en muchos casos la persona afectada no solicita la ayuda de un especialista, al menos no hasta que el problema afecta o interfiere demasiado con el normal desarrollo de su vida.

En cualquier caso, para mejorar los síntomas de la falta de control de impulsos, aprender y practicar técnicas de relajación puede desempeñar un papel muy importante.

Las técnicas cognitivo-conductuales también han demostrado ser muy eficaces en estos casos. Ya que pueden ayudar a identificar o detectar las primeras señales de tensión para aprender a controlarlas a tiempo.

Además también son efectivas para sustituir las conductas impulsivas dañinas por otras más adaptativas y positivas. A la vez que trabajamos técnicas de desarrollo personal para modificar los pensamientos o creencias disfuncionales.

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