tricotilomanía

Causas y tratamiento de la tricotilomanía (arrancarse el pelo)

Tricotilomanía

La tricotilomanía consiste en arrancarse el pelo, generalmente de la cabeza, aunque puede ser de otras partes del cuerpo. Se trata de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). El cual puede afectar a hombres y mujeres, y que suele aparecer antes de llegar a la vida adulta o al principio de esta.

Se cree que cerca del 4% de los adultos jóvenes y hasta el 2% de los niños en edad escolar, sufren de tricotilomanía. No obstante también se estima que más del 60% de las personas que lo padecen nunca son diagnosticadas, y por lo tanto no toman consciencia de que tienen un problema.

Las personas con tricotilomanía sienten la necesidad de arrancar su pelo, lo que terminan convirtiendo en un hábito arraigado que no se sienten capaces de abandonar. De allí que su cabello adquiere una apariencia desigual y tiende a ponerse cada vez más delgado.

Entre los casos diagnosticados de esta afección, vinculada con el trastorno obsesivo-compulsivo, se ha observado una incidencia mayor entre las mujeres. Pero lo cierto es que esta patología  puede ocasionar problemas de autoestima y afectar las relaciones de todo el que la padezca.

La tricotilomanía puede provocar problemas de autoestima y afectar las relaciones | Foto de Вальдемар en Pexels

Causas de la Tricotilomanía

Las causas de la tricotilomanía no han sido determinadas con claridad. No obstante se cree que varios factores podrían contribuir a la aparición y el mantenimiento de este trastorno.

Respecto a la biología, se ha observado que muchas personas que sufren de tricotilomanía presentan un desajuste neuroquímico caracterizado por un déficit de serotonina. Pero también hay estudios que han identificado una predisposición hereditaria a contraer este trastorno.

Al tratarse de una compulsión, también se le relaciona con el estrés, la ansiedad y la depresión. Condiciones que pueden convertirse en detonantes de trastornos obsesivo compulsivos como este.

De allí que eventos estresantes o traumáticos como abusos, conflictos a nivel familiar, o la pérdida de un ser querido, por ejemplo, pueden desencadenar la aparición del trastorno o agravar sus síntomas de manera considerable.  

También hay quienes consideran que los síntomas de tricotilomanía pueden tener su origen en los cambios hormonales que se atraviesan en la pubertad. Aunque lo más probable es que sea deba a una combinación de factores con una situación agravante.

En cualquier caso, es posible tratar la tricotilomanía. Pero para ello no basta con tener fuerza de voluntad, sino que se requiere la ayuda de un especialista de la salud mental. Quien determine el tratamiento más adecuado para controlar los síntomas físicos y emocionales de esta afección.

Tratamiento de la tricotilomanía

Si padeces de tricotilomanía debes saber que hay dos formas de tratarla: con fármacos y psicoterapia. Pero en ambos casos el tratamiento debe ser prescrito por un profesional.

En el caso del tratamiento farmacológico, es posible aliviar los síntomas con medicamentos estabilizadores del estado de ánimo o antidepresivos. La naltrexona y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina han demostrado ser eficaces para disminuir algunos síntomas.

También es recomendable que recibas psicoterapia, incluso en combinación con el tratamiento farmacológico. Específicamente la terapia cognitivo conductual tiene una alta efectividad en el control de impulsos y la transformación de conductas.

Los resultados de los estudios señalan mejoras significativas tanto en la reducción de los síntomas como de la ansiedad causante y el estado de ánimo, gracias al uso de procedimientos que intervienen en la cognición y la conducta.

Entre los procedimientos de la terapia conductual empleados en la tricotilomanía, destacan la toma de consciencia, la respuesta de competencia y el apoyo social. Además durante y después de la terapia es necesario trabajar en la adecuada gestión emocional, a fin de evitar la reincidencia.

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