El estrés

El estrés: consecuencias en tu cuerpo y en tu conducta

El estrés

El estrés es el mecanismo natural que tenemos las personas para enfrentar situaciones difíciles o que demandan más esfuerzo y energía de nuestra parte. En sí mismo no se trata de algo negativo, sino una respuesta adaptativa necesaria en nuestra vida.

Actúa como un estímulo esencial, desencadenando respuestas como la agilización del pensamiento, la liberación de energía y el incremento del rendimiento, con la finalidad de ayudar al organismo a superar las dificultades.

Una vez que la situación estresante culmina, sobreviene una fase de agotamiento en la que necesitamos recuperar energías. No obstante, si en lugar de recuperarnos, continuamos en un estado continúo de estrés, las consecuencias terminan por afectar nuestra salud y conducta.

En el mundo moderno, muchas personas sufren a causa del estrés. Debido a que, aunque no nos afectan las amenazas de épocas primitivas, manifestamos síntomas del estrés por una gran variedad de razones, como los problemas laborales, las finanzas y las relaciones.

Las consecuencias del estrés crónico pueden reflejarse tanto en el cuerpo como en la mente, manifestándose de muchas maneras. Bien sea a través de problemas de salud física, como de índole psicológico o emocional.

Cabe mencionar que las causas del estrés pueden variar de una persona a otra, al igual que sus efectos. Pues cada una puede tener una reacción diferente frente a los problemas, así como presentar una gran variedad de síntomas.

Las consecuencias del estrés crónico pueden reflejarse tanto en el cuerpo como en la mente | Foto Pixabay

Consecuencias del estrés en la salud y la conducta

Los síntomas del estrés no solo pueden afectar tu cuerpo, sino también tus pensamientos y tu conducta o comportamiento.

Entre los síntomas físicos más comunes encontramos las cefaleas, dolores musculares, malestares estomacales, dificultades para dormir y cansancio excesivo o fatiga. Además del debilitamiento del sistema inmunológico, lo que nos hace más propenso a otras enfermedades.

La producción exagerada de hormonas que provoca el estrés, afecta también a los sistemas respiratorio y cardiovascular. Además de ocasionar otros signos como caída del cabello, fluctuaciones de peso, problemas de memoria y dificultades para concentrarse.

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Por otro lado, el estrés puede afectar también la manera en que nos comportamos. Pues cuando estamos estresados tenemos una mayor tendencia a experimentar episodios de ira o de gran irritabilidad, así como a sentirnos ansiosos, tristes o deprimidos.

Una mala gestión de situaciones estresantes, pueden llevarnos a desarrollar problemas como el alcoholismo o el consumo de drogas. También es posible que presentemos problemas alimenticios, sedentarismo o aislamiento social.

De allí la importancia de identificar las posibles causas que están generando tu estrés, y que tomes medidas para controlarlo. Entre estas destacan el cuidado de la alimentación, hacer ejercicio físico, y compartir tiempo con familia y amigos, así como a practicar técnicas de relajación y/o realizar actividades recreativas.

Si sientes que te cuesta identificar las causas que están originando tu estrés, o que, aun tomando medidas, tienes dificultades para manejar sus síntomas, debes plantearte la posibilidad de buscar ayuda profesional que te ayude a gestionar el problema de manera más efectiva.

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