Es un hecho ampliamente aceptado que la llegada de un hijo es uno de los acontecimientos más importantes que podemos experimentar en nuestra vida. Pues al convertirnos en padres primerizos, nos cambia la vida totalmente y por tiempo indefinido.
Precisamente por eso muchos sentimientos encontrados nos invaden. Por un lado, nos sentimos muy felices, pero por el otro nos asaltan muchas dudas, miedos e incertidumbres, acerca de cuales son las mejores decisiones a tomar en cada paso.
Al principio, muchas de las interrogantes que nos planteamos tienen que ver con los cuidados básicos del bebé. Cómo y cuando alimentarle, cómo calmarle o dormirle, cómo bañarle y vestirle, qué hacer en caso de que se enferme, cómo estimularle adecuadamente, y mil cosas más.
Pronto descubrimos que criar un hijo es una tarea agotadora y muchas veces abrumadora. En la que fácilmente terminamos olvidándonos de nosotros mismos y nuestra pareja porque nuestro bebé se convierte en la principal prioridad.
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En ocasiones nos vemos sobrepasados por todo lo que implica cuidar de nuestro pequeño y comenzamos a pensar si lo estaremos haciendo bien o incluso llegamos a sentirnos culpables por sentirnos agotados o creer que no somos capaces de dar mucho más.
De allí la importancia de ser más flexibles y comprensivos con nosotros mismos en primer lugar. Pero también de informarnos bien sin obsesionarnos, tomando en cuenta el consejo de profesionales y de otros padres que te compartan sus propias experiencias.
Consejos a tener en cuenta al convertirnos en padres primerizos
Más allá de las tareas básicas que implica el cuidado de un bebé, que irás aprendiendo hacerlas a tu propio modo con la experiencia y los consejos de profesionales y familiares, hay otros aspectos que debemos considerar cuando nos convertimos en padres primerizos.
Organiza tu tiempo para hacer algo que te guste
Cuando se tiene un hijo, dejamos de hacer cosas que nos gustan. Pero por difícil que parezca, es importante organizarte para que puedas tomar descansos, hacer deporte y/o una actividad que te guste. De esta manera te sentirás con más energía y mejor ánimo para cuidar a tu bebé.
Cuida tu relación de pareja
Aun cuando un hijo sea fruto del amor y la estabilidad de una pareja sólida, muchas veces se convierte en un verdadero reto. Por eso es importante no descuidar las necesidades de la pareja y tener una buena comunicación para superar juntos las dificultades que se puedan presentar.
No te exijas demasiado
La mayoría de los padres primerizos se preocupan demasiado. Pero ten presente que no hay padres perfectos. Por más que trates de hacerlo lo mejor posible, siempre habrá dificultades que se van superando a tu propio ritmo. Procura no compararte con otros padres y busca ayuda en caso de que te sientas abrumado por el estrés o la ansiedad.
Asegúrate de ser un buen ejemplo
Predicar con el ejemplo es la forma más efectiva de enseñar a tu hijo. Pues recuerda que los padres son para los niños, una especie de espejo del cual aprenden las conductas y pensamientos que comienzan a dar forma a su personalidad.