Un espejo es un instrumento creado por el hombre que sirve para reflejar todo lo maravilloso o espantoso que se le ponga al frente. Así mismo en el ámbito del desarrollo personal se le da este nombre de Ley del Espejo a ese principio. Según el cual, siempre nos estamos reflejando en las personas y en el mundo.
Quiere decir que las personas funcionamos, según este principio, como un proyector que está enviando la imagen a una pantalla en blanco. Son las demás personas quienes cumplen esa función de pared blanca para devolver lo que está saliendo del proyector.
El propósito de esta ley, es detectar lo que molesta de la otra persona con quien se vive un conflicto. Bien sea relación en la relación de pareja, con familiares, amigos, compañeros de trabajo o apenas un recién conocido. Esa característica o actitud y la emoción que nos genera.
Por ejemplo, alguien determina que le molesta observar en otra persona una actitud de querer control en todas las situaciones. Es decir, de tener siempre la última palabra como una figura de autoridad. De acuerdo con el principio de esta técnica de desarrollo personal llamada Ley del Espejo, el foco de atención debe ponerse precisamente en la persona a quien le molestan esas actitudes.
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El problema no estaría en lo que se ve en el espejo sino en quien se ve en el espejo. Por eso la indicación de un especialista en coaching emocional será revisar lo que sucede en el interior del proyector de esa imagen. A fin de encontrar la raíz del conflicto que se presenta. Osea el punto de origen que hace ver lo que no nos gusta o la insatisfacción reflejada afuera.
Tomando la acción de poner la atención en uno mismo cuando le molesta algo en los demás, el mayor beneficio es hacerse más libre y más sabio mediante el autoconocimiento. Detectando las zonas oscuras de la personalidad, trabajándolas y aceptándolas.
Es importante tener en cuenta que al revisar el reflejo del espejo, este no siempre dice con exactitud que tenemos en nosotros exactamente la misma actitud que tanto nos molesta del otro. Sino que también el espejo puede reflejar que tenemos la actitud contraria pero en exceso y que sería necesario regular.
También ese espejo puede reflejarnos que adoptamos esa misma actitud pero con una tercera persona y finalmente, también el espejo puede reflejar que existe un deseo interno de controlar todo allá afuera.