El Peso y la biodescodificación

El Peso y la biodescodificación

Los alimentos no solo nos proporcionan los nutrientes necesarios para subsistir, sino que tienen un importante significado simbólico. Es por ello que en esta nota hablaremos sobre las alteraciones del peso y la biodescodificación.

Según la biodescodifiación, no solo la dieta, el ejercicio y el metabolismo inciden sobre nuestro peso, sino que también hay una serie de factores emocionales que determinan nuestra conducta alimentaria.

En general los problemas de peso, que pueden manifestarse con una mala alimentación, el aumento o disminución de grasa, o la aparición de un trastorno alimentario, reflejan un exceso o carencia que se intenta cubrir o reafirmar con la alimentación.

Tener un peso muy por encima o por debajo del peso deseado o correspondiente a nuestra estatura y complexión, tiene mucho que ver con una inapropiada gestión de emociones negativas.

El sobrepeso por ejemplo, suele estar relacionado con un conflicto de separación o la sensación de abandono. Con lo cual la persona siente un vacío que le cuesta aceptar y que por lo tanto busca llenar.

También el sobrepeso puede ser la respuesta a una agresión, o la sensación de haber sido agredido o agredida. Entonces acumular grasa se convierte en una forma de conseguir protección.

En el caso de la delgadez extrema y anorexia, existe un sentimiento de inferioridad, así como un auto rechazo. La persona tiene temor de ser rechazada y siente que no tiene suficiente atención o vive una situación de carencia afectiva.

Al contrario de la obesidad, la anorexia intenta matar de hambre el vacío interior. También es señal de un conflicto con la madre, por lo que se rechaza los alimentos al mismo tiempo que a la madre.

En muchos casos los trastornos alimenticios se relacionan con conflictos emocionales | Pixabay

Peso y emociones

Además del aporte calórico de los alimentos, tu cuerpo gana o pierde peso en función de las emociones. Las cuales se relacionan con ciertos órganos o sistemas del organismo.

Por ejemplo, la tristeza puede provocar disminución del peso porque estimula la tiroides. Es por ello que las personas que piensan demasiado las cosas y tienden a la hiperactividad suelen ser delgadas e inquietas.

Por su parte el miedo, afecta a los riñones e incide en la liberación de cortisonas. Motivo por el cual, las personas que constantemente experimentan esta emoción tienen tendencia a aumentar de peso.

El enojo activa el hígado y nos llena de energía. Por lo que, aunque no incide directamente sobre el peso, si favorece la acción y el movimiento, lo que contribuye a evitar la acumulación de grasa.

Respecto a la alegría, estimula el funcionamiento del páncreas y la liberación de hormonas del buen humor. Lo cual, si no se gestiona adecuadamente puede provocar que busquemos mantenernos en ese estado a través de adicciones, incluyendo a la comida.

Es importante destacar que en muchos casos, los trastornos alimenticios están asociados a conflictos emocionales vinculados con la imagen corporal y personal, la autoestima y la auto exigencia.

Es por ello que cuando se tiene dificultades para tener un peso saludable, resulta de gran importancia descubrir el conflicto detrás de este a fin de tomar acciones más efectivas para mantener el peso adecuado.

¡Si necesitas mayor orientación u apoyo, no dudes en contactarnos!

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