El masoquismo

El masoquismo

Para iniciar podemos dejar claro que, el término masoquismo se refiere a la acción de infligir ya sea por voluntad propia o por parte de otra persona, dolor físico o emocional, con el fin de obtener placer o goce de algún tipo, en especial de índole sexual.

Se puede agregar el prefijo “Sado” es decir, sadomasoquismo, cuando se hace referencia también a que se obtiene placer del dolor pero, del que es infringido y no solamente del que se padece. El masoquismo entre otras cosas hace referencia a patrones autodestructivos no moralizados, lo cual puede verse como un problema en el desarrollo personal.

Aplicar este término indica que existe un objetivo “valioso” detrás de una aparente locura que hace que el daño físico se vea como insignificante. Por ejemplo, los individuos que se cortan, explican que, la sola visión de la sangre los hace sentirse vivos, y su angustia de sentirse inexistentes tiene muchísima más relevancia que cualquier malestar físico, dando entonces como resultado la autolesión.

Cómo reconocer a una persona inmersa en el masoquismo

Ahora bien, luego de entender qué es una persona masoquista veamos cómo  reconocerla. Podemos señalar que, este tipo de personas presentan un comportamiento de carácter auto evaluativo en busca de dolor y sufrimiento, rodeado de entornos que tienden a llevarle a experimentar maltrato o frustración, llenos de emociones negativas.

 Se pueden apreciar varios tipos de masoquismo, dentro de los cuales se pueden mencionar.

  • El masoquismo erógeno. Descrito en psicología como una parafilia, y se trata de una desviación sexual.
  • El masoquismo psíquico. Se refiere al placer por recibir humillaciones o dolor físico tanto de sí mismo como de otros. Cuando el dolor proviene de situaciones humillantes o vejaciones, el sufrimiento psicológico genera satisfacción o gusto en este tipo de personas.
  • Masoquismo moral. La persona se ve sumergida inconscientemente, en situaciones de sufrimiento físico o moral en su día a día, bien sea en su trabajo o dentro de su grupo familiar, a pesar de que su vida sexual sea normal.

En relación al tratamiento para personalidad masoquista no es sencillo. Sin embargo, existen estrategias que suelen tener buenos resultados modificando dichas conductas autodestructivas y autoagresivas que se presentan cuando un sujeto posee una personalidad masoquista, por ejemplo.

  • Activación conductual
  • Entrenamiento dirigido a la asertividad
  • Entrenamiento para desarrollar las habilidades sociales sanas que permiten interactuar con sus pares de igual a igual.
  • Técnicas de reestructuración cognitiva
  • Terapia asistida con animales

Cuando se trata de personalidad masoquista a nivel moral y psicológico las técnicas de desarrollo personal pueden ser un buen modo de tratar este problema. Considerando que  se trata de una condición emocional y psicológica que conlleva a la dependencia emocional.

 Por lo tanto, una alternativa muy efectiva puede ser el coaching emocional. Este puede contribuir a mejorar ese estado personal que el masoquismo psicológico y moral genera en la persona que lo padece. Pues el coaching brinda orientaciones para trabajar la inteligencia emocional así como, otros aspectos que en conjunto ayudarán a la persona a no sentir más esa dependencia al dolor y al sufrimiento que, por tanto tiempo solo puede generar experiencias peligrosas y dañinas.

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