En esta oportunidad hablaremos de la bioneuroemoción detrás de los problemas cervicales. Las vértebras cervicales son las que se encuentran ubicadas en la parte alta del cuello, y tienen por finalidad proteger la médula espinal y dar soporte y movimiento a la cabeza.
Cuando hablamos de problemas cervicales hablamos del mal funcionamiento de la zona cervical, que normalmente se manifiesta con rigidez, entumecimiento, e incluso hormigueo en las extremidades en algunos casos.
La medicina occidental considera que la causa de los problemas cervicales es la tensión provocada por la actividad diaria, las posturas incorrectas prolongadas en el tiempo o ciertas afecciones. No obstante, esto no explica por qué unas personas parecen más propensas a desarrollarlos.
Desde el punto de vista de la bioneuroemoción o biodescodificación, los malestares originados en la zona cervical están vinculados con conflictos de desvalorización intelectual o de comunicación.
Recordemos que para la bioneuroemoción, el foco principal al analizar un síntoma o enfermedad no es el problema en sí mismo. Sino el conflicto emocional detrás de este, del cual debemos tener conciencia para poder efectuar los cambios necesarios que nos ayuden a recuperar la salud.
Puesto que el cuello simboliza la flexibilidad o capacidad de adaptarnos a las diferentes situaciones, Los problemas o el dolor cervical pueden presentarse cuando nos cerramos a considerar otros puntos de vista, o pueden estar relacionados con un sentimiento de injusticia o impotencia.
Como la espalda es nuestro soporte, los problemas cervicales también manifiestan cuando sentimos falta de apoyo emocional de nuestros seres queridos, cuando no tenemos la capacidad de expresar emociones bloqueadas, o cuando vivimos en contradicción entre lo que pensamos y hacemos.
Simbolismo de cada vértebra, posibles conflictos y cómo solucionarlo
C1, C2, C3
Estas vértebras se ven afectadas cuando nos invade un sentimiento de desvalorización de nuestras capacidades intelectuales o de estar viviendo una situación de injusticia. Como cada vértebra tiene un simbolismo propio, cada una puede manifestar conflictos distintos.
La C1, también llamada Atlas, se vincula con la lengua y el cerebro, además de que da soporte y mantiene la cabeza en equilibrio. Los conflictos que la paralizan son el miedo, la negatividad y la desesperación. Lo que provoca dolores de cabeza y otros problemas del sistema nervioso.
Para solucionar los problemas con la C1, es necesario abrir la mente y escuchar nuestra voz interior. A fin de permitirnos ver la vida con más calma, desde un enfoque más positivo y también más flexible.
La Axis o C2 se vincula con los órganos de los sentidos, y entra en rigidez manifestando calentamiento y dolor cuando nos preocupamos de manera excesiva por el futuro, nos aferramos a viejas creencias, reprimimos nuestras emociones o tendemos a juzgarnos duramente a nosotros mismos o a los demás.
Para solucionar este tipo de conflictos es necesario que aprendamos a asumir y entrar en contacto con nuestras emociones, expresándolas libremente para reactivar el flujo de energía en el cuerpo, de manera que la C2 pueda volver a funcionar con armonía.
La C3 se relaciona con la laringe, las mejillas, la cara y el oído exterior. Los problemas en esta vértebra suelen presentarse cuando sentimos irritación respecto a una persona o situación, o en los casos desvalorización de contacto y estética, y pueden causar daño en rostro, orejas y dientes.
La solución para este tipo de problemas implica trabajar en la aceptación de nosotros mismos y nuestra realidad. La soledad puede ser beneficiosa en estos casos si se emplea para hacer un balance de vida en lugar de huir de las emociones.
C4, C5 y C6
Las vértebras C4, C5 y C6 conectan con la tiroides y afectan el leguaje y la voz, es decir la comunicación. Pueden manifestar problemas en situaciones en las que no nos permitimos expresarnos, o cuando lo que escuchamos nos causa indignación o nos cuesta digerirlo.
La C4 se refiere específicamente a la comunicación verbal, ya que está vinculada con la nariz y la boca. Mientras que la C5 se relaciona con la faringe y las cuerdas vocales, siendo afectada por conflictos que se perciben como injusticias.
La C6, que se relaciona con las amígdalas y el cuello en general, manifiesta los conflictos desvalorización o que son vividos como injustos.
Para solucionar estos problemas, es necesario aceptar cada experiencia y verla como una oportunidad para aprender y crecer. Expresarnos a través de la escritura o el arte puede resultar muy beneficioso en estos casos, porque puede ayudarnos a conectar con nuestra belleza interior.
C7
La C7 tiene vinculación con la tiroides, las manos, los codos, los brazos y los hombros. Cuando se ve afectada generalmente estamos frente a un conflicto de injusticia y/o de sumisión.
Esta vértebra está altamente influenciada por nuestra moralidad, nuestras creencias y nuestra espiritualidad. Emociones fuertes como el remordimiento, la decepción o el miedo al rechazo pueden afectarla.
Para solucionar los problemas en C7 debemos aprender a respetar otros puntos de vista.
En cualquier caso, tomar consciencia de la situación detonante es fundamental para superar los problemas cervicales. Ser más abiertos y flexibles será de gran ayuda, además puede ser necesario el apoyo de un especialista que nos ayude a superar la rigidez y los miedos.