El dolor cervical es uno de las afecciones más comunes en la actualidad. Se trata de un síntoma bastante incómodo que afecta a la región del cuello de la columna vertebral. La cual está conformada por siete vértebras.
Sabemos que la columna actúa como el eje de nuestro cuerpo, pero además representa el sistema de apoyo de nuestras emociones. De allí que cuando no las gestionamos adecuadamente, es común que se manifiestan síntomas físicos como el dolor de espalda.
La zona cervical es precisamente una de las más afectadas en estos casos. Pues las emociones negativas recurrentes o prolongadas en el tiempo, suelen provocar dolor de cuello además de rigidez o dificultades para moverse libremente.
El dolor en la zona cervical puede ser una indicación de que hay una situación que te molesta, pero intentas ignorarla o restarle importancia. Es decir, se vincula con un conflicto de comunicación o desvalorización.
Podría ser que estés pasando por circunstancias en las que te invade una sensación de injusticia e impotencia. Sobre la cual, crees o sientes que no tienes más opción que aceptar o “bajar la cabeza”.
Otra posible causa de los problemas cervicales es que nos estamos cerrando a considerar nuevas opciones o puntos de vista diferentes al nuestro. Es decir, pueden ser una manifestación de una falta de flexibilidad de nuestra parte en relación a algún aspecto de nuestra vida.
El dolor cervical también puede evidenciar un conflicto de falta de apoyo emocional acompañado de la incapacidad para expresar emociones silenciadas en contra de nuestra voluntad, así como una contradicción entre lo que pensamos y lo que hacemos.

Relación entre las vértebras cervicales y los conflictos emocionales
Las vértebras cervicales en general se relacionan con la comunicación y qué tan abiertos nos mostramos frente a la vida. Pero además de esto, cada vértebra tiene un simbolismo propio, por lo que manifiesta un conflicto distinto, que te explicamos a continuación:
C1
Se relaciona con la lengua y el cerebro. Puede manifestarse a través de síntomas como cefaleas, o problemas del sistema nervioso, cuando asumimos posturas estrechas o rígidas frente a una situación.
C2
Se conecta con los órganos de los sentidos. Puede manifestarse a través de la rigidez cuando nos empeñamos en aferrarnos a viejas creencias o nos preocupamos de manera exagerada por el futuro.
C3
Se vincula con la laringe, la cara, el oído exterior y problemas de desvalorización. Los problemas en esta vértebra, pueden dar lugar a afecciones en el rostro como el acné.
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C4, C5 y C6
Estas vértebras se encuentran relacionadas con la tiroides, el lenguaje y la voz. Pueden indicar que no me permito expresar mis opiniones o que nos cuesta digerir lo que escuchamos. Lo que muchas veces se manifiesta con dolencias localizadas entre la boca y los hombros.
C7
También guarda vinculación con la tiroides, pero también con codos, brazos y hombros. Puede evidenciar conflictos de injusticia o sumisión que nos obligan a doblegarnos. También puede verse afectada cuando experimentamos emociones muy intensas o un profundo miedo al rechazo.
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“La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre”. Carl G. Jung

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