El efecto Zeigarnik se refiere a la tendencia que tenemos las personas a recordar con más facilidad las tareas inconclusas, sobre aquellas actividades ya finalizadas.
Este efecto es llamado así debido a que fue la investigadora Bluma Zeigarnik. Quien junto al psicólogo Kurt Lewin, lo observaron por primera vez, en el año 1920. Cuando notaron que los camareros recordaban mejor las órdenes pendientes que las ya atendidas.
Para comprobar su teoría, Zeigarnik desarrolló un experimento en el que pedía a un grupo de estudiantes realizar una lista de tareas sencillas. Interrumpiéndoles a medio camino en algunas de estas.
Los resultados arrojaron que los participantes podían recordar mejor las tareas en las que se les había interrumpido, que las que habían logrado finalizar. Es decir una vez que terminaban una actividad la olvidaban rápidamente.
En otro experimento similar llevado a cabo 5 décadas después, se les pidió a los participantes resolver un rompecabezas complicado. Pero un poco antes de concluir la tarea se les notificaba que el estudio había terminado.
No obstante, más del 90% de los individuos prefirieron continuar armando el puzle hasta completarlo. Lo que parece indicar que hay una especia de carga psicológica que provoca cierta incomodidad frente a una tarea inacabada.
En qué nos beneficia el efecto Zeigarnik
Aunque no ha sido suficientemente probado, y que aún no está claro si se vincula más con la motivación que con la memoria, se puede ver este efecto en diversas áreas. Por ejemplo, en el aprendizaje puedes ver un efecto positivo si haces pausas en los tiempos de estudio.
Otra de las aplicaciones del efecto Zeigarnik la encontramos en el marketing. Que usualmente presenta una idea incompleta para generar tensión y motivarnos a realizar una determinada acción. Lo que también aplica en películas, series y libros.
El efecto Zeigarnik también puede mejorar la productividad y disminuir la procrastinación. Pues la incomodidad por no terminar una tarea puede ser un buen aliciente para completar cualquier proyecto, tanto laboral como de desarrollo personal.