Más allá de las causas físicas, como la inactividad y la ingesta excesiva de calorías, muchas veces el verdadero origen del sobrepeso tiene que ver con cómo nos sentimos. Es por ello que aquí abordaremos la relación entre el sobrepeso y las emociones.
Muchas personas no comen simplemente para alimentarse, sino porque intentan llenar un vacío, escapar del miedo y la ansiedad, o compensar sentimientos de angustia, tristeza o desvalorización.
Diversas investigaciones han confirmado que numerosos casos de sobrepeso y obesidad, se encuentran vinculados con emociones negativas o conflictos afectivos. Por lo que tratar estos problemas implica también trabajar en las emociones.
La mayoría de las personas estamos conscientes que la forma más sana y adecuada de controlar nuestro peso, es hacer ejercicio regularmente y tener una alimentación balanceada, entonces, ¿por qué tantas personas padecen sobrepeso?
La respuesta es simple, para mantener estos hábitos debemos, en primer lugar, identificar y combatir las causas emocionales del problema, solo así podremos poner en marcha un plan de acción más efectivo para mejorar física y mentalmente.
Determinar y gestionar las emociones negativas detrás del sobrepeso te permitirá establecer una mejor relación con los alimentos y facilitará tu crecimiento personal. Por ejemplo, si tienes baja autoestima, mejorar este aspecto como complemento de dieta, el ejercicio y descanso apropiado será fundamental.
Consejos para combatir el sobrepeso emocional
- Toma consciencia de los estímulos que te llevan a comer y cómo te sientes antes y después. Cuestiona la verdadera razón por la que decides consumir un alimento.
- Trata de mantener una actitud y una forma de pensar más positiva respecto a ti y tus progresos. Trabaja tu motivación con reforzamiento positivo o practica técnicas de relajación.
- Evita comer frente a dispositivos electrónicos e intenta hacer otras actividades placenteras, especialmente cuando sientas ansiedad.
- Trabaja en tu desarrollo personal para gestionar mejor tus emociones. No dudes en pedir ayuda a tu círculo de apoyo, o consultar a un especialista.