La resiliencia se refiere a la capacidad de enfrentarnos y adaptarnos al experimentar situaciones o eventos difíciles, conflictivos o trascendentales en nuestras vidas. Se trata de una cualidad deseable y valorada, porque nos permite superar dificultades aprendiendo de ellas y cultivar el desarrollo personal.
Cualquier persona puede desarrollar un mayor grado de resiliencia a lo largo de su existencia, aunque dependerá mucho de su actitud y personalidad. Aquí te proponemos un sencillo test con el que podrás saber si eres una persona resiliente, o si todavía tienes que trabajar algunos aspectos para ello.
¿Mantienes la calma durante los momentos de crisis?
¿Consideras que gestionas bien tus emociones?
¿Procuras rodearte de personas con actitud positiva?
Ante un problema ¿intentas enfocarte inmediatamente en posibles soluciones?
¿Tienes una visión positiva de la vida incluso en malas circunstancias?
¿Intentas aprender algo de cada situación?
¿Los cambios te suelen generar mucho malestar?
¿Tiendes a quejarte de situaciones que te desagradan?
¿Confías en ti y en tus capacidades?
¿Estableces objetivos y trabajas con determinación para conseguirlos?
Test de Resiliencia
Puntuación baja: necesitas trabajar algunos aspectos para desarrollar tu resiliencia
Procura ampliar tu perspectiva acerca de las situaciones que enfrentas. Rodéate de personas de las que puedas aprender, e intenta confiar en ti y en tus capacidades para encontrar soluciones y nuevas posibilidades. No dudes en buscar ayuda profesional si es necesario.
Puntuación media: aunque eres una persona resiliente puedes potenciar más esta cualidad
Tienes una buena capacidad de adaptación a las diferentes circunstancias, y no te dejas vencer fácilmente por las dificultades. Puede que tengas dificultades para tomar lo positivo de algunas situaciones, pero no te cierras a la reflexión, el aprendizaje y el crecimiento personal.
Puntuación alta: ¡Eres una persona resiliente!
Tu resiliencia te permite tener un punto de vista más realista. Estás consciente de que la vida implica un continuo aprendizaje. Por lo que eres capaz de asumir los obstáculos y dificultades, como oportunidades de crecimiento y superación.