La programación Neurolingüística y la Persuasión
Muchos terapeutas y psicólogos, así como coaches o demás profesionales del desarrollo personal y profesional, hacen uso de diferentes técnicas de Programación neurolingüística (PNL) hoy en día. Esto debido a la gran efectividad que han demostrado tener las palabras para cambiar patrones de pensamiento negativos.
Para la PNL, el lenguaje actúa como el detonante de situaciones tanto positivas como negativas en nuestras vidas. Es por ello que debemos utilizarlo como un filtro que nos permita influir de forma positiva y constructiva sobre nosotros mismos y nuestro entorno.
Se trata pues de poner en práctica un modelo, cuya base fundamental es el uso de habilidades y técnicas de comunicación que, mediante un uso a consciencia del lenguaje, nos facilite alcanzar nuestros objetivos a nivel personal y/o profesional.
Pues las palabras tienen un efecto importante sobre las emociones. De manera que es posible neutralizar pensamientos generadores de malestar, utilizando frases alusivas a experiencias y emociones positivas.
Para conseguir una reprogramación mental que nos libere de las creencias tóxicas y limitantes que se han registrado en nuestra mente desde los primeros años y durante toda la vida, es necesario emplear las palabras o conceptos que son una representación positiva de la realidad.

Pasos para reprogramarnos con palabras de poder
El primer paso es construir frases positivas o afirmaciones en las que no se incluya la idea de lo que se está queriendo neutralizar. Esta fórmula debe repetirse una y otra vez, a fin de que la nueva idea se vaya fijando en nuestra mente.
Es importante repetir las frases especialmente cuando vengan a la mente ciertos pensamientos con los que tendemos a autosabotearnos. También se deben vigilar que las acciones del día a día estén en consonancia con los nuevos pensamientos e identificar los cambios de conducta que va impulsando la reprogramación.
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Debemos tener en cuenta que muchas palabras nos quitan poder y capacidad de acción, es decir, nos limitan. Por lo que es fundamental educarnos para sustituirlas por palabras potenciadoras. Por ejemplo, en vez de decir no puedo, podemos usar “me parece difícil” o “me resulta complicado”.
La palabra “no” puede quitarnos poder, por ejemplo cuando al decir “No te quejes” en la mente la que destaca es la palabra queja. Asimismo, se consigue un efecto muy diferente si decimos “Solo quiero asesorarte” en lugar de “no intento venderte nada”.
Mientras que un pensamiento pesimista del tipo “¿Qué tal si todo sale mal?”, puede desactivarse con una fórmula como “Cada obstáculo representa una experiencia de aprendizaje que me llevará al éxito. Soy capaz de enfrentar y superar cualquier situación que surja”.
Aprende a sacar el máximo provecho de la Programación Neurolingüística en las diferentes áreas de tu vida personal y profesional con ayuda de verdaderos especialistas del coaching.