Las creencias limitantes son los patrones de pensamiento que te impiden animarte a vivir nuevas experiencias. Las cuales se encuentran tan arraigados en tu mente o subconsciente, que los consideras verdaderos sin dudas ni cuestionamientos.
Aunque no se ajusten con la realidad, las creencias limitantes siempre condicionan tu vida. Ya que te impiden salir de tu zona de confort, desarrollarte en uno o más aspectos, o simplemente alcanzar metas que siempre has anhelado.
Son pues una barrera que se interpone entre tú y tu propio crecimiento personal. Pues no te dejan tomar riesgos y decisiones que te ayuden avanzar hacia tus objetivos. Es decir tienen un efecto paralizador que limita tu evolución.
Comúnmente adquirimos estas creencias en nuestros primeros años de vida, algunas han sido implantadas por figuras de autoridad como familiares o maestros, y algunas derivan de nuestras experiencias y la forma como reaccionamos a estas.
Lo cierto es que por sencilla o compleja que sea una creencia limitante, nos predispone frente a determinadas situaciones y muchas veces, ni siquiera nos damos cuenta de ello. O si lo hacemos, se nos hace realmente difícil cambiar la manera de pensar y actuar al respecto.
Algunas de las creencias limitantes más comunes son del tipo “No puedo hacer esto”, “Me gustaría pero me falta tiempo”, “no tengo la constancia necesaria para lograrlo”, “No cuento con suficiente dinero”, “Es demasiado tarde para intentar esto”, “quisiera intentar, pero me asusta fracasar”.
Cómo liberarse de las creencias limitantes
Liberarse de las creencias limitantes requiere de un gran trabajo interno. Ya que por estar tan profundamente arraigadas en nuestra psique, modificarlas o reemplazarlas por pensamientos positivos resulta un verdadero desafío.
Sin embargo, es posible liberarse de las creencias limitantes. Independientemente de las causas que la hayan originado, y de cuánto tiempo hayamos estado estancados en esas estructuras de pensamiento.
Para ello, es imperativo determinar o identificar cuáles son estos lastres invisibles que nos detienen o limitan. Lo cual no siempre es tan sencillo, ya que muchas veces no percibimos que se trata de una limitación mental y no una realidad inmutable.
Puede resultar útil observar cuidadosamente las afirmaciones que normalmente repites, o que te vienen a la mente cada vez que debes tomar una decisión o emprender una acción que implique cambios de vida significativos
Un buen tip es el de hacer una lista de cuáles consideras podrían ser tus creencias limitantes, describiendo en detalle de qué forma te limitan y cuál sería la creencia opuesta. Una vez identificadas aquellas que más impidan tu crecimiento, necesitarás cambiarlas.
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Cambiar tus creencias limitantes implica reemplazarlas por otras que tengan el efecto contrario, es decir, sustituir tu charla negativa contigo mismo por pensamientos que te estimulen, y te ayuden a expandir tus horizontes para experimentar la vida con una visión diferente y mucho más positiva.
Esto requiere constancia y determinación, mientras trabajas tu manera de pensar, forma de hablar, así como tus acciones. Hasta conseguir que las nuevas creencias se consoliden y puedas observar cada vez mejores resultados.
En todo caso, solo depende de ti tomar la decisión de superar tus limitaciones mentales e iniciar el proceso con decisión. Puede que tome algún tiempo, pero no hay duda de que merece la pena el esfuerzo. Si necesitas ayuda lo más aconsejable es buscar ayuda profesional que puedes encontrar aquí.