La culpa y autocastigo son unas de las emociones más dañinas que pueden atacar a nuestra autoestima, pues nos convierte en jueces implacables con nosotros mismos.
Sin embargo, puede decirse que se trata de un sentimiento que toda persona experimenta, algunas en mayor y otras en menor medida.
Y se relaciona con la educación y la moral que hemos absorbido desde niños y condiciona parte de nuestro desarrollo personal.
La culpa se presenta como una emoción que se encuentra relacionada con el autocastigo, cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, nos atacamos con un diálogo interno que viene a ser hiriente y peligroso.
Durante la niñez aprendemos que para pasar de la desaprobación a la aprobación debemos sentirnos culpables y modificar el comportamiento. De modo que este pueda adaptarse a lo que los demás consideran como correcto.
Y de adultos podemos caer en conductas autocastigadoras y ante la carencia de reprimenda proveniente del exterior, somos nuestros propios jueces y muy implacables.
Cómo podemos superar la culpa y evitar el autocastigo
Una de las primeras cosas que puede hacer la persona en este caso, es tratar de ordenar su propio código moral. Esto permite que dejemos de guiarnos por patrones de conducta que han sido establecidos desde el exterior. Pues bien, te alegrará saber que, con el coaching emocional es posible lograrlo.
Aspectos como la asertividad, la capacidad de decir ‘no’ y también dejar atrás ciertas creencias limitantes, son en los que la persona debe poner especial atención. De manera que, pueda lograr superar ese sentimiento de culpa con éxito.
Y así como el coaching puede funcionar, de igual modo es factible aplicar otras técnicas de desarrollo personal con el fin de controlar nuestras conductas autocastigadoras y ser menos propensos a ser víctima de una culpa extrema que pueda ser negativa para nuestros propósitos, personales o profesionales.
Conocer más sobre las emociones como gestionarla y que tipo de emociones existen, es muy importante para el desarrollo Personal.